Lo Crit del Palleter

Lo Crit del Palleter
El palleter Vicente Domenech, patriota valenciá. Cuadro pintat per Joaquín Sorolla

sábado, 24 de octubre de 2015

Nepocatalanismo en las instituciones valencianas

La configuración del actual gobierno autonómico, así como la de los principales ayuntamientos del Reino, se nos está revelando muy propicia para, del modo más descarado y reaccionario, y con la falsa moral del que se las da de oprimido mientras espera su turno para hacer con saña lo propio, desplegar al máximo nivel la práctica de lo que he querido bautizar como nepocatalanismo: catalanismo, que, aunque lesivo para la identidad y los intereses mayoritarios del pueblo valenciano, resulta muy beneficioso y lucrativo para amiguetes, correligionarios y redes clientelares.
Si además aderezamos ambas prácticas, nepotismo y catalanismo, con la “ley del embudo” con la que la izquierda aplica todo aquello de las libertades y los derechos -siempre con la boca ancha apuntando cínicamente a sus intereses-, nos encontramos con una Ley de Señas, que tampoco es que fuera la panacea, pero al menos definía con bastante acierto las señas de identidad genuinamente valencianas, que ha sido derogada por artículo 33, entre otras tantas cuestiones que atentan directamente contra los intereses generales de la sociedad valenciana, y sin nada de aquello de la “libertad de elección”, el “derecho a decidir”, la “consulta a la cudadanía” y el “gobernar para todos”.
La izquierda valenciana olvida rápidamente y en grado máximo todas estas cuestiones, especialmente cuando de catalanismo se trata. Aparecen las ínfulas de totalitarismo a la primera de cambio. Y es normal, dada la deuda contraída con todo el ruidoso y alienado ámbito editorialista, asociativo, educativo y cultural que les jalea. No en vano les han “calentado la calle” durante años -con la inestimable ayuda de un autoinmolado PP- con la finalidad de la erosión, en ocasiones muy justificada, pero en otras muchas gratuita, de los anteriores gobernantes.
Ahora, con sus traseros aponados en las sillas de los que mandan, la izquierda catalanista valenciana se fuma entre risas el puro de la victoria, y con la Ley de Señas derogada, ha abierto descaradamente la veda para regar con dinero público -nuestro dinero- a todo el entramado de entidades, empresas y medios que les ha aupado a gobernar.
Y así, llegamos a feas y antivalencianas situaciones, como que una entidad separatista catalana afín a Convergència y CUP, Plataforma per la Llengua, participe en una Fira del llibre en Valencia ciudad y firme acuerdos de colaboración para la difusión del “valenciano” con el consistorio, a tener a un manifiesto y furibundo pancatalanista gestionando la educación de nuestros hijos, a que ACPV y Escola Valenciana campen cada día más a sus anchas por los sistemas educativo y universitario valencianos, que nuestras universidades realicen congresos de tal o cual ciencia “en el ámbito de los països catalans” o a que el Ayuntamiento de Elche retome la compra millonaria del fondo documental de ACPV -incluidos datos de etarras- mientras celebra el correllengua, antorchas inclusive.
La sociedad valenciana debe asumir la necesidad vital y la obligación cívica de tomar conciencia del problema -y no solo de éste, sino de otros muchos, de los que hablaré a lo largo de las semanas a través de esta ventana- y vertebrarse en un frente común que expulse a los autores e inductores de este terrible proceso de alienación que padecemos. Sin excusas ni dilaciones. Y siempre con la razón de la historia, la ciencia, los valores cívicos y democráticos y el respeto por la voluntad mayoritaria y la legalidad vigente… justo todo aquello de lo que el catalanismo adolece.

FERNANDO CHIVA
http://valenciaoberta.es/2015/10/nepocatalanismo-en-las-instituciones-valencianas/

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