Lo Crit del Palleter

Lo Crit del Palleter
El palleter Vicente Domenech, patriota valenciá. Cuadro pintat per Joaquín Sorolla

sábado, 5 de diciembre de 2015

ELECCIONES Y CATALANISMO EN LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA

El pasado jueves se celebraron elecciones en la Universidad de Valencia. En cada una de las facultades, (Literaria y Ciencias) donde se eligieron diferentes representantes para regir los destinos de la Universidad de Valencia durante el próximo año. Muchos de estos cargos electos lo son directamente por los estudiantes en virtud de lo dispuesto por los estatutos de la universidad (¡Los mismos estatutos que en la época del tristemente famoso rector Lapiedra eliminaron la Virgen de la Sapiencia que presidía la universidad valenciana desde el siglo XV!) Hasta aquí todo normal y muy democrático. El problema surge cuando uno mira los distintos sindicatos estudiantiles que se presentan y sus filiaciones políticas, comprobando que en algunos casos están claramente fuera del marco constitucional.
 
Que entre las diferentes opciones se encontrasen el BEA ­Bloc d’Estudiants Agermanats dels paisos catalans (Bloc­Compromis) y el Sindicat d’Estudiants del paisos catalans (la CUP), da que pensar hacía donde se dirige nuestra universidad. Pero es mucho peor que el rector de turno no impida que unas siglas que recogen una entelequia que atenta tanto contra nuestro Estatut d’Autonomía como contra la Constitución Española, se paseen impunemente por las aulas valencianas. No soy ningún ingenuo y se sobradamente cual es la realidad de una universidad altamente ideologizada y super catalanizada. Pero esto no puede ser un pretexto para que sus responsables se pasen la legislación vigente por el arco del triunfo.
 
A esto hay que añadir las coacciones y agresiones físicas sufridas por los escasos sindicatos no catalanistas que han tenido el valor de concurrir a estas elecciones. Llegándose a presionar para que no se presentasen a los representantes de Accio Universitaria (GAV) y a golpear a un miembro de Unión Universitaria (PP) la víspera de las votaciones. Hechos que según todos los indicios fueron perpetrados por los sectores ultra catalanistas agrupados en los dos sindicatos antes citados, más el no menos catalanista de Acontracorrent (EU). Una semana después ningún responsable de la universidad se ha dignado a condenar estos hechos. Eso si, cuando el pasado 8 de Octubre un grupo de valencianistas descolgó la bandera independentista del Campus de Blasco Ibañez, al rector le falto tiempo para denunciar y condenar dicha acción.


Un año más ha sido el BEA el gran vencedor de estos comicios, algo que tan solo viene a ratificar algo que ya sabíamos: El preocupante grado de super catalanización de la universidad de valencia. Al fin y al cabo los estudiantes votan aquello que les han enseñado, tanto en las elecciones universitarias como en autonómicas, municipales o generales. Y es un hecho contrastado que desde hace muchos años en las aulas valencianas se esta adoctrinando a nuestros jóvenes en clave catalanista. Primero fueron a finales de los años 60 y principios de los 70 los Ernest LLuch, Alfons Cucó, Emerit Bono y compañía, los que hicieron de punta de lanza de una estrategia muy bien orquestada. El catalanismo, como el nazismo o el comunismo, sabían que ganando la batalla de la educación, al final nadie podría impedir que terminásemos formando parte de su locura independentista.
 
Lo realmente lamentable de todo esto es constatar como el PP que durante 20 años gobernó con mayorías ininterrumpidas no tuvo lo que había que tener para coger el toro de la educación por los cuernos. Consintiendo y amparando que la Conselleria de Educación siguiese en manos de los mismos directores generales que pusieron en marcha la Llei d’Us i Ensenyament del socialista Cipriano Ciscar en 1982. Su miedo a enfrentarse con el poderoso sindicato del sector y a las movilizaciones estudiantiles dejo las decisiones más importantes para el futuro de nuestro pueblo en manos de consumados manipuladores, algunos de los cuales aún siguen 30 años después al frente del sector educativo, como el sangrante caso de Jesús Huguet que ha estado dirigiendo la política lingüística desde los tiempos de Joan Lerma hasta nuestros días.
 
Entre las muchas cuestiones que se les pueden echar en cara a un PP que ha gobernado acomplejado todos estos años en la Comunidad Valenciana, la de la educación ha de ser la primera. Incapaces de imponer un solo plan de estudios que recogiese la historia, cultura y tradiciones valencianas. Han consentido que varias generaciones estudiasen a Fuster, Estelles, Guarner o Valor, mientras ignoraban quien fue Guinot, Anfos Ramon, Llombart o Fullana. Se aprendiesen de memoria la revuelta dels segadors silenciando sistemáticamente el papel de Luis de Santangel en el descibrimiento de America o de San Vicente Ferrer en el Compromiso de Caspe. Repitiesen como loros las caducas teorias repoblacionistas en que se sustenta su unidad de la lengua sin conocer los trabajos de Ubieto, Cabanes y Peñaroja que las desmontan desde la base.
 
Una vez más se demuestra que se recoge lo que se siembra y en el caso de la educación más si cabe. Nos esperan aún unos cuantos años de catalanización salvaje, así lo han querido los votantes. Pero cabe esperar que los partidos que no se consideran a si mismos catalanistas hayan aprendido la lección y el día que recuperen el poder en nuestro reino tengan entre sus prioridades la de descatalanizar colegios, institutos y universidades. Les espera una labor ingente, pero es la única posibilidad de que el Reino de Valencia pueda recuperar la esperanza en un futuro en el que no forme parte de sus payasos catalanes.
 
MANUEL LATORRE I CASTILLO
 
(Ex President delGAV)
 
 

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