La Iglesia valenciana marca distancias con las tesis catalanistas de la AVL

¡Con la Iglesia hemos topado!, esa serán la exclamación que más se oirá estos días por los pasillos de la AVL. La catalanista Academia Valenciana de la Llengua se ha dado cuenta de que con la Iglesia valenciana no iba a poder y, tras once años de negociaciones, ha decidido publicar en su web institucional los primeros textos litúrgicos en catalán, pese a no contar con la aprobación de las autoridades eclesiásticas. Se trata de un desafío de intensidad media a la Iglesia valenciana, con el que la catalanista AVL intenta presionar a los obispos para que finalmente acepte esa versión adulterada y que intenta suplantar el idioma valenciano en nuestras Iglesias. La Academia Valenciana de la Llengua (AVL), y tras el rechazo del arzobispado a los textos en catalán propuestos para traducir la liturgia católica, ha decidido iniciar esta acción por su propia cuenta, pese a que la Academia es consciente de que la Iglesia no es una administración pública, el ente "normativo" creado politicamente para la implantación oficial "de la nostra llengua" (termino que oculta un proceso de catalanización de la lengua valenciana) ha comenzado a traducir al catalán los textos de la iglesia y publicar ayer en su web institucional los primeros textos litúrgicos en "valenciano normativo" (catalán) pese a no contar con la aprobación de las autoridades eclesiásticas. Este acto ha sido calificado por Juan García Sentandreu, Presidente de la Federacio Coordinadora d´Entitats Culturals del Regne de Valencia como "un ataque sin precedentes a la independencia de la Iglesia valenciana y una clara intromisión de corte estalinista por parte de la academia política montada por los políticos para la progresiva sustitución de la lengua valenciana por el catalán". Para Sentandreu, "el catalanismo es consciente de que la Iglesia valenciana es uno de los últimos reductos que se ha resistido aun proceso de control lingüístico... y eso no lo pueden permitir esta nueva banda de inquisidores que son los apesebrados académicos de la AVL que cobran no sólo de las instituciones valencianas sino que, además, guardan una lealtad remunerada al Instituto d´Estudis Catalans que es la verdadera institución que gobierna la voluntad de la academia valenciana" Sentandreu termina pidiendo a la ciudadanía " que nos neguemos contundentemente a este nuevo desafío del catalanismo y hagamos patente nuestro malestar y protesta en cada parroquia de las diócesis valencianas y exijamos de una vez por todas a quien verdaderamente puede resolver y acabar con este problema, a Alberto Fabra y al gobierno valenciano, que derogue el monstruo académico que ellos crearon y que va acabar devorando la cultura valenciana". Ha llegado el momento que el valencianismo y los valencianos apoyemos públicamente la valentía del Arzobispado, reconociendo el mérito que supone luchar contra la corriente institucionalizada por el PP.

Levante EMV