A la vuelta de las vacaciones, los que hayan tenido la suerte de poder disfrutarlas, nos encontramos con que el panorama continua igual o peor que como lo dejamos en Julio. Aquellos que pudieron llegar a pensar, como los malos estudiantes, que sin hacer nada el tiempo lo arreglaría todo, se han dado de bruces con la cruda realidad. El catalanismo continúa igual de fuerte y a la suya. El valencianismo igual de dividido y sin saber por donde tirar. Y los que aún nos consideramos valencianistas sin ser capaces de quitarnos de encima esta sensación de pesimismo trágico que firmaría el mismísimo Ortega y Gaset.
El dirigente de ERC Joan Tardà ha vuelto a invitar a sus “hermanos valencianos” a sumarse al proceso independentista como parte de sus fantasmagóricos payasos catalanes y aquí aún estamos esperando que algún representante de la Generalitat Valenciana salga a la palestra para pararle los pies a este individuo. Pero claro. ¿Como van a desautorizar a Tardà si el tripartito valenciano esta por lo mismo y cada vez se cortan menos a la hora de trabajar en esa dirección?
El enorme interés en la reapertura de la televisión pública valenciana esconde un acuerdo de reciprocidad con el gobierno catalán para que la señal de TV3 vuelva a verse en todo el Reino de Valencia a través de los repetidores de la Genaralitat Valenciana. El acuerdo fue alcanzado en una reunión al más alto nivel entre Carles Puigdemont y Chimo Puig .celebrada en Barcelona el pasado 19 de mayo. La intención del ejecutivo valencianos es que la reapertura de la antigua Canal9 se produzca en Noviembre de este año y así todos podamos ver con total normalidad el anticonstitucional mapa dels payasos catalans a la hora de escuchar el pronostico del tiempo.
Las fiestas de los pueblos donde gobierna el Bloc-Compromis, solo o en coalición con PSPV y Podemos, han sido este verano un perfecto escaparate de la política cultural ultra catalanista de estas tres formaciones. Profusión de banderas cuatribarradas, actividades de adoctrinamiento dirigidas a los más pequeños al estilo de escola valenciana, contratación exclusivamente de artistas de la cuerda catalanista, etc. Pero ha sido en la Feria de Chirivella que se celebra estos días donde el descaro y la provocación del equipo municipal (PSPV-Compromis) ha llegado a limites inadmisibles hablando abiertamente de payasos catalanes en la publicidad del acto. Concretamente al anunciar la actuación de este martes 6 de septiembre en el Centre Jove de Chirivella de los mundialmente conocidos “Mireia Vives i Borja Penalba” dicen literalmente que los dos pajaritos “tornen a l’escenari per reivindicar la territorialitat completa , que som Països Catalans.
Joan Ignaci Culla denunciaba el pasado domingo en un magnifico articulo a pagina completa en Las Provincias que Valencia volverá a ser otra vez moneda de cambio con los catalanes para que Mariano Rajoy pueda gobernar de una vez en España. Tal y como ya sucediera cuando Aznar y Pujol pactaron algo parecido con la creación de la AVL como pago en aquella ocasión. En esta no seria tanto el tema cultural y lingüístico que ya tienen perfectamente controlado a su gusto, si no más bien las infraestructuras y la competencia empresarial, especialmente el Puerto de Valencia y el Corredor Mediterráneo. Yo desde luego me lo creo, ya lo hicieron una vez sin consecuencias en las urnas. ¿Por que no iba el PP a utilizar una vez más a un pueblo que como el valenciano recibe gustosamente este tipo de traiciones sin pasarles nunca factura?
Son solo algunos ejemplos de como esta el patio. Podríamos hablar también del inicio del curso escolar más sectario de la historia con un Vicent Marzà empeñado en convertirse en el Joseph Goebbels de la educación valenciana. De una RACV que continua debatiéndose entre el entreguismo descarado a la AVL de su actual decano, Martinez Roda y el mucho más sibilino, pero igual de peligroso Voro Lopez, reconvertido ahora y después de haber colocado a sus peones en la AVL en el Palleter de les Normes de El Puig. O de un panorama político que amenaza con la aparición de aún más formaciones con la etiqueta de valencianistas y que vendrían de la mano de algunos que ya nos traicionaron en su momento, pero que confían en la floja memoria de un movimiento tan proclive a perdonar a quienes les vendieron como inflexible a la hora de crucificar a quienes los dieron todo por el valencianismo.
Esperaremos a ver como reaccionan ante todo esto los actuales dirigentes del valencianismo, con la esperanza de que ante la gravedad de la situación sean capaces de aparcar sus viejas disputas de patio de colegio y sean capaces de por una vez anteponer el bien común a su ombligismo ancestral. Debo reconocer que no soy nada optimista al respecto, pero tampoco nos queda otra. El 9 d’Octubre esta a la vuelta de la esquina y será un buen momento para testar muchas cosas.
MANUEL LATORRE CASTILLO
(Vice President de la Coordinadora d’Entitats Culturals del Regne de Valencia)
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